martes, 8 de enero de 2013

Información que desinforma

Los términos “periodismo” y “serio” no siempre van unidos. De hecho, en la España de pandereta en la que vivimos, y acogiéndonos a la corriente de crítica revertiana, el periodismo rara veces es serio. Eso por no hablar del periodismo mal llamado deportivo (como afirma Karina Kvasniova en Jot Down, debería calificarse "periodismo futbolístico"), en el que la seriedad, simplemente, no existe. 

El mejor ejemplo de esta falta total de rigor reinante en una de las profesiones más valiosas que existen es el de la malinterpretación estadística. Me lo enseñó Eduardo Bericat, uno de mis profesores en el máster de Comunicación Institucional y Política que tuve la oportunidad de cursar en la Facultad de Comunicación de Sevilla. Se trataba de un señor excéntrico, conocedor de la materia pero incapaz de transmitirla con claridad a los alumnos. No obstante, una de las mejores enseñanzas que me aportó fue la de que los periodistas de hoy en día son incapaces de analizar los datos procedentes un estudio.

Y es verdad. De hecho, ni yo ni probablemente la inmensa mayoría de mis compañeros de clase sabíamos hacerlo correctamente. Y resulta que esta simple enseñanza fue determinante de cara al Trabajo Fin de Máster sobre la Comunicación del Suicidio que realicé hace unos meses. Y explico porqué. 

Cuando un estudio ofrece datos por comunidades autónomas sobre un fenómeno, el que sea, el periodista, al divulgarlo, tiende a destacar qué comunidades se sitúan a la cabeza en el ránking de dicho estudio. Así, si se habla de número de ordenadores por estudiante, de cifras de parados o de enfermos de SIDA, se suele enunciar qué comunidades cuentan con mayor número de ordenadores, parados o enfermos de SIDA. Pero esto, que tan simple resulta, conlleva un error determinante, y lo explicaré aludiendo a mi trabajo sobre el suicidio. Cataluña y Andalucía son las comunidades autónomas que cuentan con mayor número de suicidios en España (685 y 418 respectivamente). Perfecto, eso es un hecho, pero no debería ser la noticia. Andalucía y Cataluña son las provincias más pobladas de España, y por lo tanto, es normal que se sitúen a la cabeza, no sólo en suicidios, sino también en número de universitarios, pensionistas, mascotas domésticas o en lo que se quiera.


Lo que el periodista debe hacer es adecuar las cifras a la densidad de población de cada comunidad autónoma para conocer así con exactitud qué zonas encabezan determinados fenómenos. Siguiendo este sencillo método, en mi caso, pude comprobar que Asturias y Galicia son las comunidades autónomas con mayor número de suicidios en relación al número de habitantes. Y es que importa poco el número total de suicidios en una zona si no se contrasta con la cifra total de población de dicho espacio geográfico.

Sin embargo, en el periodismo de hoy en día en el que la noticia rápida prima por encima de la información veraz, este tipo de ejercicios apenas se tienen en cuenta. Sin ir más lejos, en la radio escuché hace unos días como la locutora destacaba que Andalucía y Cataluña son las comunidades con mayor número de presos de España. Sin más. Es información, sí. Pero información que desinforma.

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