martes, 30 de abril de 2013

Lo que pasa en Italia

Imaginemos que PP y PSOE consiguiesen una pobre cifra de votos en las próximas elecciones generales, del 25 % de los sufragios cada uno, por ejemplo. Ahora supongamos que Andrés Pajares crea un partido cuya base es la crítica a la clase política y consigue una cantidad de sufragios similar a la de PP y PSOE. Por último, divaguemos sobre la posibilidad de que el líder del PP fuese un José María Aznar que vuelve a la política y que además tuviese un par de cadenas de televisión en sus manos y cuentas pendientes con la justicia. Un cóctel explosivo, ¿verdad?. Pues bien, eso está pasando en Italia. 

Podríamos afirmar que el PSOE italiano se corresponde con el Partido Democrático (PD), mientras que el PP italiano sería el Partido de la Libertad (PDL). El PD ganó las pasadas elecciones con una escasa diferencia sobre el PDL y el Movimiento 5 Estrellas, formación liderada por el cómico Beppe Grillo, el Pajares italiano. Aclaremos también que el PD se impuso en las elecciones con Pier Luigi Bersani a la cabeza (el Rubalcaba italiano), mientras que Silvio Berlusconi es el José María Aznar del PDL, con juicios pendientes y cadenas de televisión propias incluidas.


Para complicar el asunto, añadan dos ingredientes más a la historia. Rubalcaba (Bersani) dimite ante la imposibilidad de formar gobierno y el presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano (podría servirnos el ejemplo del rey Juan Carlos I en España, pero elegido democráticamente cada siete años) decide, a sus 87 años, volver a asumir la presidencia de la República con la misión de crear Gobierno tras la dimisión de Bersani y ante la total diferencia de posturas entre un PD (PSOE) que se niega a compartir el poder con un PDL (PP) manchado y que no puede aliarse con el Movimiento 5 Estrellas (el partido de Pajares) ya que se trata de un grupo anti todo que mentiría a sus votantes si llegase a un acuerdo con PD o PDL. 

Así las cosas, Giorgio Napolitano, un hombre íntegro y muy bien valorado en Italia (en eso también se diferenciaría de nuestro querido Juan Carlos I) asume la tarea de poner de acuerdo a las partes, y tras mucho negociar, acuerda que Enrico Letta, del PD, sea el nuevo primer ministro italiano. Berlusconi y el resto del PD se muestran de acuerdo y deciden iniciar rondas de negociaciones para elegir un gobierno de unidad en el que PD, PDL y el partido de Mario Monti, que fracasó en las elecciones, colocan a hombres y mujeres de capaces y válidos (salvo algunas excepciones) como ministros.


De modo que hemos conseguido que PD y PDL se pongan de acuerdo ante una situación extrema a pesar de que los votantes de uno y otro partido no estén muy contentos. En la oposición permanecerá el Movimiento 5 Estrellas acusando a PD y PDL de hacer trampa y llamando de manera indirecta a la sublevación ciudadana. No parece un panorama estable, desde luego. Suena incluso utópico.

Así las cosas, la pregunta clave es la siguiente: ¿Durará la coalición entre PD, PDL?. Y ahí van otras dos: ¿Sería posible que PP y PSOE llegaran a un acuerdo como éste? ¿Duraría dicho acuerdo (en caso de concretarse) más o menos que en Italia?. Nos convendría seguir de cerca este asunto. En 2016 habrá elecciones en España y no me cabe duda de que ni PP ni PSOE obtendrán una mayoría suficiente como para gobernar. Más problemas a la vista.

viernes, 19 de abril de 2013

Una noticia mal contada

Dejo aquí el vídeo de la conferencia “Desahucio y suicidio, una noticia mal contada”, de Alejandro Rocamora Bonilla, vicepresidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS).

Rocamora Bonilla se mantiene en la línea de lo que vengo enunciando en este blog desde hace tiempo. Tal y como afirma este psiquiatra, los suicidios no han aumentado por pobreza, paro o desahucio, entre otras cosas porque ni hay datos que lo corroboren ni tampoco una investigación seria sobre las causas de los suicidios en España. Rocamora Bonilla recuerda que desde que comenzó la crisis los suicidios no han aumentado y que ni mucho menos se puede hablar de epidemia, algo que erróneamente suelen hacer los medios de comunicación.



Los periodistas confunden además términos como ideación suicida y suicidio y cometen fallos a la hora de analizar las estadísticas, ofreciendo titulares simplistas e impregnados de sensacionalismo. Los medios olvidan continuamente algo clave, y es que la conducta suicida constituye una situación poliédrica y multifactorial.

Rocamora Morilla afirma que los medios de comunicación evitan tratar el tema del suicidio por miedo al contagio, un contagio que no es tal. Apunta que es necesario hablar sobre el suicidio, pero adquiriendo antes los conocimiento sobre cómo debe hacerse. Es decir, la cuestión no es si es correcto o no reflejar el suicidio en los medios, sino el modo en el que debe hacerse. Se habla de efecto contagio, pero no del efecto preventivo, que también existe y que puede ser sumamente beneficioso para el presuicida.


El psiquiatra recuerda que el suicidio no es noticia en España y que los medios sólo se hacen eco de este problema cuando lo que rodea a un suicidio es relevante para ellos, como ocurre con casos de personas famosas, con situaciones escabrosas o con los desahucios. Rocamora Morilla asegura que es necesario evitar ensalzar al suicida, obviar las explicaciones simplistas, no ahondar en el método usado por el suicida, eviar publicar las notas de suicidio y que este tipo de informaciones no aparezcan en portada. Pero tal y como demostré en mi Trabajo de Fin de Máster sobre la comunicación del suicidio (que pronto estará publicado), en España estos requisitos no se cumplen. Además, al igual que se hace con el maltrato, las noticias sobre suicidio deberían acompañadarse de teléfonos e indicaciones que puedan ayudar a una persona que atraviese un proceso de ideación suicida.

Recomiendo ver la conferencia y sacar conclusiones propias. Por mi parte, sólo puedo aplaudir todo lo enunciado por Rocamora Morilla puesto que mi experiencia me indica que se tratan de afirmaciones correctas y sin apenas difusión. Esperemos que algún día se nos escuche y se tomen medidas reales y eficaces para que los suicidios dejen de ser la principal causa de muerte tras las enfermedades graves.