miércoles, 12 de diciembre de 2012

La primera piedra hacia la correcta comunicación política del suicidio

No es la primera vez que trato en este blog el tema del suicidio, y si Rosa Díez está en lo cierto, tampoco será la última. A pesar del silencio mediático e informativo que impera en España alrededor de este tema, Rosa Díez rompió ayer este tabú en el Congreso de los Diputados. Son pocas las apariciones de este tipo que han tenido lugar en las Cortes, de hecho en el año y medio que llevo estudiando este tema sólo Gaspar Llamazares aludió a él al presentar diez preguntas al Ejecutivo sobre la situación del suicidio en España.

Resulta gratamente sorprendente encontrar medidas como la encabezada por UPyD. Rosa Díez hizo uso además de una oratoria en la que no sólo enunció verdades como puños, sino que además colocó la primera piedra sobre cómo debe ser la futura comunicación política del suicidio, hoy en día inexistente. Así, Díez anunció el acuerdo de todas las fuerzas políticas (algo sumamente inusual) para la redefinición de las estrategias de prevención del suicidio existentes en España. 



Más concretamente, se trata de una Proposición No de Ley, un tipo de iniciativa que tiene lugar en las Cortes y que muestra la intención mayoritaria de llevar a cabo una determinada acción, en este caso encaminada a la regulación de la prevención del suicidio. La Proposición en su totalidad se denomina Promoción dentro de la estrategia de Salud Mental de acciones para una redefinición de los objetivos y acciones de prevención del suicidio

Rosa Díez señaló que los datos e informaciones sobre este tema le han llegado gracias a la novela de una amiga suya, Beatriz Becerra, autora de una novela sobre el suicidio infantil titulada La estirpe de los niños infelices. Sorprende que la líder de uno de los cuatro partidos políticos más votados no tenga constancia de la gravedad del suicidio con anterioridad, lo que por otro lado explicaría por qué en su programa político de las pasadas elecciones generales de noviembre de 2012 su partido ni siquiera mencionó el tema del suicidio. La desinformación que existe sobre el suicidio, incluso en las más altas esferas, nos habla de lo oculto que ha estado, y sigue estando, este tema en nuestra sociedad.

La política vasca apuntó que el suicidio se mantiene como un tema tabú y respecto al mismo apuntó lo siguiente:

“Sólo tenemos datos oficiales (los del INE), que ocultan los datos reales (…) se habla poco públicamente y sobre todo políticamente porque nos da miedo abordar este tema, porque tememos las consecuencias (…) hemos roto invisibilidades como la violencia de género, el terrorismo o las enfermedades, pero no la del suicidio (…) como hemos dimensionados esos asuntos, hemos sido capaces de actuar para prevenirlos. Con el suicidio no sucede esto. No abordar el tema del suicidio nos ha llevado a la situación actual (...) el suicidio es el último tabú que queda en la democracia”.
Estas son algunas de las aseveraciones que hizo ayer Rosa Díez en el Congreso y que son completamente ciertas. El suicidio, a diferencia de los asesinatos, el terrorismo o la violencia de género se ha mantenido en el silencio desde hace más de 30 años, y por lo tanto es imposible que se hayan diseñado planes de prevención coherentes y eficientes en busca de la disminución de las cifras de mortalidad por esta causa. Aun así, Rosa Díez se olvida de mencionar que la cifra de muertos por accidentes de tráfico, problema que preocupa enormemente tanto a nivel mediático como político, son inferiores a los ratios de suicidios. Con ese dato sin duda habría hecho reflexionar a la totalidad del Congreso.

Por otro lado, es necesario subrayar que Rosa Díez habla de muertos por suicidio a nivel mundial. Hubiera sido más correcto que UPyD se hubiese referido a las cifras de nacionales, que serían mucho más aclaratorias (de hecho en este blog me he referido a ellas en más de una ocasión). Y es que a pesar de parecer muy rimbombantes, las cifras mundiales pueden dejarnos indiferentes. No impacta tanto saber que se suicida el número total de personas que se suicidad al año en todo el mundo como conocer que en España la cifra es de más de ocho personas al día.



Por último, tiene razón Rosa Díez cuando afirma que “no hay un acompañamiento social e institucional para el drama del suicidio, por eso las familiar callan. Se han hecho planes puntuales pero no conjuntamente ni globalmente. Hay en guardia civil, en hospitales o en comunidades autónomas, todas positivas, pero es necesario un plan conjunto y global”. Las familias se encuentran solas cuando un ser querido se suicida y tienden a ocultar el hecho debido a la escasa empatía y comprensión que existe en España respecto al tema del suicidio.

Ojalá esta Propuesta No de Ley se transforme en algo más concreto y se consiga coordinar con planes de prevención nacionales el papel de la educación, los centros sanitarios y los medios de comunicación, actores clave en este proceso. Pero los partidos no deben contentarse con esta Proposición. Se debe luchar en el seno de cada familia política por dar a conocer el problema del suicidio, empezando por reflejarlo en sus programas políticos y continuando con un seguimiento al número de víctimas que el Instituto Nacional de Estadística nos proporciona cada dos años.

Hay algo muy importante en el paso que ha dado UPyD. A partir de ahora, si los muertos por suicidio aumentan de manera considerable, los políticos deberán dar una respuesta a la población. Esto es lo bueno que tiene sacar el tema del suicidio a la palestra. De ahora en adelante el seguimiento del número de víctimas será mayor y por lo tanto podremos rendir cuentas ante el Congreso de los Diputados. Esperemos que, de darse esta hipotética situación, Rosa Díez siga mostrándose tan comprensiva en este tema como ahora.

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